Qué es Zorin OS 18
Zorin OS 18 es la versión que consolida a Zorin como “el Linux con alma de Windows”. Se basa en la última LTS de Ubuntu, trae kernel moderno y un escritorio pulido que evita la curva de aprendizaje típica. Para quien viene de Windows 10/11, la sensación es familiar desde el primer minuto: menú claro, bandeja de sistema reconocible, iconografía cuidada y opciones de personalización sencillas.
En mi caso, lo primero que noté fue fluidez sin sustos: arranque rápido, animaciones sin micro-lag y una estabilidad que te deja trabajar sin pensar en el sistema. No es solo un tema visual; se siente “atado” a buenas decisiones por defecto (codificadores, tipografías, escalado, temas claros/oscursos equilibrados).
Además, ha tenido un pico notable de descargas, impulsado por la búsqueda de una alternativa moderna y por el fin del soporte de Windows 10. Esa tracción no es casualidad: la mezcla de base técnica robusta + experiencia de uso cuidada encaja con lo que gente real necesita en el día a día.
Novedades clave y base técnica (sin tecnicismos de más)
Zorin OS 18 se apoya en Ubuntu 24.04 LTS y un kernel 6.14, lo que se traduce en mejor compatibilidad con hardware reciente y parches de seguridad a largo plazo. También llegan controladores actualizados de NVIDIA e Intel, que en la práctica significan menos quebraderos de cabeza con gráficos, vídeo y energía.
- Rendimiento y batería: mejoras en programación del CPU y gestión del consumo; en portátiles se nota en reposo y en sesiones largas de navegador.
- Gráficos: drivers listos para jugar y trabajar en 4K. En mi caso, con GPU NVIDIA desaparecieron los tirones al reproducir vídeo 4K y las sombras de ventanas se mantienen suaves.
- Software: soporte fácil para Flatpak/Snap, con tienda unificada que simplifica instalar apps populares sin pelearse con repositorios.
En una frase: base moderna + drivers al día + tienda simple = menos tiempo arreglando y más usando.
Así se siente si vienes de Windows
Si has usado Windows, Zorin te suena desde el escritorio:
- Zorin Appearance permite elegir estilos que recuerdan al menú clásico o a layouts más modernos.
- Integración con OneDrive y “Web Apps” para fijar tus servicios (Gmail, WhatsApp Web, Notion) como si fueran aplicaciones nativas.
- Teclado, atajos y bandeja no te exigen reaprender todo.
Yo me sentí “en casa” al primer arranque: la barra, los menús y la configuración están donde los esperas. Además, el rediseño minimiza clics innecesarios; lo que antes resolvía con dos pasos en Windows, aquí suele requerir uno. Ese “flujo sin fricciones” me permitió concentrarme en trabajar, no en configurar.
Productividad real: el nuevo Tiling Shell a mi manera
La joya para los que abrimos mil ventanas es la Tiling Shell preinstalada. No es el típico “mitad-mitad” o 2×2 rígido: puedes graduar el espacio exacto de cada app, anclar grupos y recuperar espacios de trabajo sin romperte la cabeza.
Mis configuraciones favoritas:
- Escritura + investigación: navegador al 60% a la izquierda, editor al 40% a la derecha; terminal flotante que aparece con un atajo.
- Edición de vídeo ligera: app principal a pantalla completa y reproductor/gestor de archivos en columnas finas.
- Reuniones: videollamada fija arriba, notas y chat abajo en dos mosaicos.
En mi experiencia, pasar de un layout a otro es tan natural que adoptas rutinas productivas sin pensarlo. Y sí, los atajos funcionan con lógica predecible, nada de combinaciones crípticas.
Ediciones (Core, Pro, Lite, Education): cuál elegir y por qué
Para no perderse entre versiones, aquí va una guía rápida:
| Edición | Para quién | Lo que trae | Requisitos orientativos |
|---|---|---|---|
| Core | Usuarios generales | Todos los básicos, apariencia cuidada | CPU 64-bit, 4 GB RAM, 20 GB disco |
| Pro | Quien quiere extras de diseño y apps creativas | Más layouts premium, paquetes pro | CPU 64-bit, 8 GB RAM, 30+ GB disco |
| Lite | Equipos antiguos o con poca RAM | Escritorio más ligero | CPU 64-bit, 2–4 GB RAM, 15–20 GB disco |
| Education | Centros/estudiantes | Herramientas educativas y gestión | Similar a Core (añade suite educación) |
Mi consejo:
- Portátiles modernos: Core basta; si valoras estética pro/flujos predefinidos, ve a Pro.
- Equipos justitos: Lite revive máquinas que Windows 10 dejó atrás.
- Aulas: Education te ahorra horas de configuración.
Instalación paso a paso sin dramas (USB, dual boot o VM)
Checklist previo
- Copia de seguridad de tus documentos.
- ISO de Zorin OS 18 + USB 8 GB.
- En BIOS: arranque desde USB y (opcional) desactivar Secure Boot si da guerra con drivers.
- Espacio libre (20–30 GB mínimo para ir holgado).
Creación del USB
- En Windows: Rufus o Ventoy.
- En Linux/macOS: balenaEtcher.
- Selecciona la ISO y crea el USB booteable.
Instalación
- Arranca desde el USB y prueba el “modo Live” para comprobar Wi-Fi/gráficos.
- Haz click en Instalar y elige idioma/teclado.
- Decide dual boot (convive con Windows) o instalación limpia.
- Marca instalar software de terceros para gráficos/wifi (ayuda con NVIDIA/Intel).
- Continúa; al terminar, reinicia y retira el USB.
Notas prácticas de mi experiencia
- Con drivers actualizados de NVIDIA/Intel, el sistema reconoció la GPU sin pantallas negras ni tearing.
- El arranque dual con Windows fue automático; el gestor de arranque detectó ambos sistemas sin ajustes extra.
En VM (VirtualBox/VMware/Proxmox): asigna 2–4 vCPU, 6–8 GB RAM y aceleración 3D para una experiencia fluida en pruebas.
Post-instalación en 15 minutos
- Actualizar todo: abre la tienda y aplica actualizaciones del sistema y apps.
- Drivers adicionales: en Configuración → Controladores.
- Zorin Connect: enlaza tu móvil para enviar archivos/notas y ver notificaciones.
- Web Apps: fija tus servicios (email, mensajería) como aplicaciones con icono.
- Códigos multimedia: suelen venir listos; si no, instálalos desde la tienda.
- Backups: activa Deja Dup (o similares) para copias automáticas.
- Productividad: define tus layouts de Tiling y exporta atajos para clonarlos en otros equipos.
Aquí es donde más noté el cuidado del sistema: “enchufar y usar”. Nada de cazar drivers en webs oscuras; con dos clics me quedó “a punto” para trabajar.
Preguntas frecuentes
¿En qué se basa y hasta cuándo tiene soporte?
En Ubuntu LTS, con soporte de larga duración (ciclo típico de 5 años).
¿Qué kernel trae y por qué importa?
El 6.14, con mejoras notables en compatibilidad y estabilidad para hardware moderno.
¿Se parece a Windows?
Sí. Con Zorin Appearance eliges estilos familiares, y con OneDrive/Web Apps integras tu nube y servicios sin fricción.
¿Puedo usar apps/juegos de Windows?
Con Wine/Lutris hay buena compatibilidad para muchas apps y títulos, especialmente si tu GPU está bien soportada.
¿Es buena idea para un PC viejo?
Sí: Zorin Lite es perfecto para rescatar equipos que se arrastran con Windows.
Sobre Zorin OS 18
Zorin OS 18 no solo se ve bien: se siente bien. Entre la base LTS, el kernel moderno y los drivers al día, suma rendimiento y compatibilidad reales. Y lo que termina de convencer —al menos en mi experiencia— es cómo la Tiling Shell y el escritorio rediseñado te ayudan a trabajar mejor sin reaprenderlo todo. Si buscas una alternativa elegante, rápida y estable a Windows, esta versión merece seriamente una oportunidad.
Opinión Personal
No exagero si digo que Zorin OS 18 es la primera distro con la que no me dieron ganas de volver a Windows. Y no es por una lista infinita de “novedades”, sino por algo más simple: se siente moderno, estable y familiar a la vez.
Vengo de años saltando entre Windows y distintas distros. Siempre había algo que me frenaba: configuraciones eternas, glitches gráficos, o la sensación de que el escritorio iba por un lado y yo por otro. Con Zorin 18, esa fricción desapareció. Está construido sobre una base LTS y un kernel reciente, y eso se nota en dos cosas muy terrenales: arranca rápido y no se rompe. Además, con los drivers de NVIDIA e Intel bien integrados, los vídeos 4K dejaron de pegar tirones en mi equipo y la autonomía en portátil ya no cae en picado al abrir cuatro pestañas y una videollamada.
Pero el “click” definitivo no lo dio la hoja técnica; lo dio el diseño pensado para humanos. El escritorio no intenta “educarte”: te deja trabajar como ya sabes. Menús donde esperas, iconos claros, opciones explicadas sin jerga y un Zorin Appearance que te permite ajustar el look & feel en dos toques. Si llegas desde Windows, no hay curva dramática: simplemente sigues.
La otra pieza que me cambió el ritmo es la Tiling Shell. Y aquí sí quiero insistir: no es el típico mosaico rígido de “dos mitades o un 2×2”. Puedes graduar el espacio exacto de cada ventana y guardar composiciones que de verdad aportan. Mi layout de “escritura + investigación” (navegador al 60% izquierda, editor 40% derecha, terminal flotante con atajo) me ahorra clics y “alt-tab” inútiles. Es una tontería… hasta que, tras una semana, te das cuenta de que produces más y te cansas menos.
También está el detalle de las Web Apps y la integración con OneDrive. Son pequeñas pistas de que Zorin prioriza el uso real por encima del postureo técnico. Fijo WhatsApp Web, Notion y mi correo como si fueran apps nativas y listo. Entre eso y Zorin Connect para pasar archivos con el móvil, dejé de perder minutos en microtareas.
¿Todo es perfecto? No. Zorin Pro añade extras interesantes, pero para muchos usuarios la versión Core será suficiente; sería genial que parte de esos “layouts premium” y alguna herramienta creativa vinieran de serie. Y aunque la experiencia out-of-the-box es sólida, me gustaría que el asistente de primer arranque te guiara por un “tour” rápido de atajos del Tiling y una propuesta de layouts según tu uso (estudio, dev, contenido). Nada grave: se soluciona en 10–15 minutos de mimo inicial, pero sería oro convertirlo en un onboarding de tres clics.
Lo que más valoro, al final, es la sensación de confianza. No la confianza abstracta de “esto es Linux y es seguro”, sino la de abrir el portátil a las 8:00, trabajar, reunirme, editar algo ligero, ver un par de vídeos y cerrar a las 19:00 sin sobresaltos. Ese “flujo sin fricciones” —que antes era un deseo— por fin se materializó. Y cuando el sistema deja de ser protagonista, tú lo eres: haces más, te distraes menos y no te pasas la tarde metido en foros.




