Los dominios con la extensión .es son gestionados por la entidad pública española Red.es, que se encarga de la administración del registro de dominios territoriales de España. Un aspecto crucial en la gestión de un dominio es la actualización de las DNS (Domain Name System), que garantiza que el dominio apunte correctamente a los servidores correspondientes.
¿Qué es una actualización de DNS?
La actualización de DNS es el proceso mediante el cual se propagan los cambios realizados en los servidores de nombres (DNS) de un dominio a través de Internet. Este proceso es esencial para que los cambios en la configuración del dominio, como la redirección a un nuevo servidor web o la modificación de los registros de correo, se hagan efectivos.
Frecuencia y horarios de actualización de DNS para dominios .es
Los dominios .es siguen un esquema de actualización en intervalos específicos, lo que permite la propagación de cambios en los registros DNS en momentos determinados del día. Red.es realiza actualizaciones de las DNS de los dominios .es seis veces al día, en los siguientes horarios:
- 02:00 h
- 06:00 h
- 10:00 h
- 14:00 h
- 18:00 h
- 22:00 h
Estos horarios indican los momentos en los que los cambios realizados en los DNS de un dominio .es se procesan y comienzan a propagarse por Internet. Por ejemplo, si se efectúa una modificación a las 09:00 h, esta se propagará a partir de la actualización de las 10:00 h.
¿Cómo afecta el horario de actualización a la propagación de DNS?
La propagación de DNS se refiere al tiempo que tarda en hacerse efectivo un cambio en la configuración de DNS a nivel global. Aunque Red.es actualice las DNS de un dominio .es en los horarios mencionados, la propagación completa puede tardar más tiempo debido a la caché de DNS en servidores alrededor del mundo.
- Tiempo de espera: Después de un cambio, algunas regiones pueden tardar más en reflejar la nueva configuración debido a la caché almacenada en los servidores locales de DNS.
- TTL (Time to Live): Este parámetro indica cuánto tiempo un registro DNS debe ser almacenado en caché antes de que se solicite una nueva consulta. Un TTL bajo acelera la propagación, mientras que un TTL alto puede demorar más tiempo.